"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

lunes, 2 de julio de 2012

Tentación 2ª parte



  (Lee la entrada Tentación antes de seguir, si continuas será lo más parecido a empezar un libro por la mitad)



  Me levanto temprano, me ducho y me depilo la almejita, me unto perfume en ella y en los pechos y por probar los efectos un poco también en los labios, mi marido hace rato que se ha ido, él empieza a trabajar a las siete.
  Como cada mañana al girar la llave en el paño oigo el chasquido en la cerradura de mi vecino.

_Buenos días_ Dice con sonrisa de diablillo.
_Buenos días_ Le contesto con mi mejor mirada gatuna y una sonrisa triunfal.

  Él pica al ascensor y yo me acerco mucho invadiendo su espacio vital, como un autómata se abalanza a mi boca y me morrea con sus labios carnosos, con lujuria, como desesperado, me sujeta la nuca y me aprisiona contra su boca melosa, está totalmente empalmado, noto su miembro contra mi cuerpo, duro, prieto, enorme, con ambas manos y sin dejar de besarme me rompe la camisa y los botones saltan como palomitas de maíz, saca mis pechos llenos por encima del sujetador y me los come, succionándolos, chupándolos, devorándolos, mis pezones están ahora duros y más tiesos que la punta de una zanahoria.
   El ascensor aterriza en el ático y se abren las puertas pero ni él ni yo nos movemos, a continuación alguien lo pica de nuevo y el ruido nos sobresalta conscientes (al menos yo) de lo que estamos haciendo. Él sigue lamiendo y baja directo a mi coño, me levanta la falda y noto sus dedos delicados apartándome el tanga, lo hace con mucho cariño como afinando una guitarra y me estremezco y siento sus labios ardientes en mi vulva depilada, frotando su lengua contra mi clítoris vicioso que ya ha salido de su escondrijo y luce erecto como una minúscula polla, restriega, aprieta, frota, me deshago en gemidos entrecortados, silenciados y sigue chupando y me tiene ya más mojada que la espalda de un taxista. Me ha llevado tan cerca del punto de no retorno que estoy por abandonarme al placer, pero entonces la sesión terminaría aquí y necesito que me folle, que aplaque a la bestia que vive en mí, así que lo elevo tirando de su corbata a topos y le ofrezco mis labios a los que se acopla como un poseso, aprovecho para quitarme el tanga como puedo, sin dejar de comernos las bocas le desabrocho el pantalón y busco su rabo, no me cuesta encontrarlo, está erecto como un obelisco, durisimo y enorme.
  Se oyen ruidos en otro rellano, pero continuamos con lo nuestro, ¿Para que iba nadie a subir al ático? es más morboso así corriendo pequeños riesgos.
  Le meneo la polla hábilmente con mis manos, y sin separar los labios, sin dejar de besarnos, ladeo medio cuerpo y enfrento el agujero de mi cueva con mi mano que agarra por la mitad su falo y noto el capullo sobresaliente en mi sexo y dejo caer todo el peso de mi cuerpo sobre su glande suave y amoratado, empujando, empalándome, ensartándome como carne de pincho. Por la dificultad de la postura nuestros labios se separan, le miro a los ojos, tiene la mirada perdida, narcotizada, me da miedo que termine el embrujo, y me muevo embistiéndole con mi trasero y ahora me coge de los glúteos apretándolos con sus enormes manos y me sacude tremendas acometidas, llenándome, colmandome y vuelvo a mirarle a los ojos ahora con brillo, ha vuelto en sí y sabe lo que está haciendo.
  Se oye el ascensor subir, nervios, si lo oyen parar ya se relajan pero esta vez sigue subiendo. ¿irá al quinto?. Se quedan quietos un segundo escuchando y empiezan a ver por la ventanita estrecha de la puerta metálica que el ascensor va a subir hasta el ático.
  _¿Lo has picado tú? _le pregunto nerviosa.
  No le da tiempo a contestar, la puerta se abre y aparece mi marido, sale del ascensor con los pantalones bajados y la polla tiesa en la mano y nos dice:
  _¿Llego a tiempo?. _veo que si, se responde él mismo.
  Y me enchufa su pene en la boca y lo agarro con las dos manos devorándolo mientras mi vecino sigue clavándomela.
  Se la mamo un buen rato, hasta que va subiendo la temperatura, respiraciones ansiosas, gemidos, contra más fuerte me da mi vecino con más devoción la chupo y le aprieto la polla con mi mano y ahora es él quien me folla la boca a cámara rápida.
  _Mas, quiero más....intento pedir entre jadeos y casi no puedo acabar la frase que llega mi orgasmo y ya no puedo ni voy a pararlo y el gemido interminable que sale de mis labios es el detonante de sus sendas corridas y mi marido estalla en mi boca llenándola mientras mi vecino la saca de mi coño justo en el límite para esparcir su delicioso semen por toda mi espalda.
  Al terminar, miro a mi pareja con cara de yo no he sido y le digo en voz baja.
  _¿Que haces aquí?
  _Hoy había huelga, recuerdas.... Me dice
  Ayer al medio día coincidí con este golfo que tenemos por vecino y me contó lo del perfume, no podía creerlo así que me puse un poco y al llegar al trabajo Daniela la encargada se tiró encima de mí y me violó.
  Por la noche fui a verle quería comprarle más y me contó que te había regalado un bote a ti y ya lo planeamos todo. No me equivoqué sabía que no te ibas a resistir a utilizarlo con él.



1 comentario:

  1. Guauuu que gozada, menudo trio más caliente y menudas corridas en la boca y en la espalda, me ha gustado. Muy caliente esta segunda parte.Saludos.

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