"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

martes, 31 de julio de 2012

En tu casa o en la mía



  Está muy claro he nacido para el placer, del mismo modo que unos nacen para la música o para escribir, yo nací para gozar con mi cuerpo. Las mujeres y los hombres que llevamos ese bicho dentro nos reconocemos fácilmente pues no somos tan numerosos, es una inclinación fatal, es un pequeño gesto, es una mirada ardiente que te desnuda hasta llegar a lo más hondo de tu cuerpo, es sensualidad desbordada, erotismo brotando por cada poro de la piel.

  Me doy cuenta cuando me pregunto cuantas veces puedo alcanzar el éxtasis en un día, o cuando me sorprendo mirando la bragueta de alguien que me habla antes incluso de mirarle a la cara, o cuando el cajero del supermercado me da el cambio con una sonrisa y ya creo que se me está insinuando.

  Quizá sólo sea una actitud ante la vida, o tal vez una sobredosis de hormonas por culpa de alguna glándula que no hace bien su trabajo, sinceramente tampoco me preocupa mucho el porqué, prefiero centrarme en alimentar esa adicción, ¿O cuando es sano para el cuerpo no debemos llamarla adicción? ¿Deporte? no tampoco, aunque follar mucho adelgaza lo tengo comprobado, peso 48 kilos, llamémosle actividad y aún se podría adjetivar más, actividad recreativa.
                                        

  Antes me preocupaba ser tan lujuriosa, antes quiero decir hace años, ya no, ahora ocupo mi tiempo libre en el cuando nos vemos o en tu casa o en la mía, y en dejar a mi cuerpo disfrutar, sin prejuicios, al final si lo pensamos un poco los orgasmos placenteros que ocupan nuestras cabezas, a unos más que a otros, no son más que una estrategia de la naturaleza para la continuación de la especie, es tan sabia que nos dio placer a cambio de hijos sabiendo que no nos resistiríamos a tener un orgasmo y otro y otro más.

  Pero veréis, ahora controlamos la natalidad, eso podría llevarnos a la extinción y sería tema de otro post, a lo que voy es a que no hay nada que nos impida gozar libremente de nuestro cuerpo, sin ataduras, sin yugos morales que cercenan deseos de raíz, desarrollando toda nuestra capacidad en ese campo, como si se tratara del más puro arte.

  El arte de dar y recibir placer.

  Quizá...quizá muera mañana pero que me quiten lo bailado.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado, yo me siento igual, me encanta tanto el sexo que nunca tengo suficiente, pero me gusta mas hacer gozar a una mujer que a mi mismo, ya que al verla gozar yo gozo. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Tu me dices que solo son relatos y yo te digo que estos relatos te hacen sentir vivo

    ResponderEliminar

Gracias por leerme, si te ha gustado déjame una caricia, o dos, o tres.