"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

lunes, 23 de julio de 2012

Tántrico





(Dedicado a mis lectores de Rusia, Vladimir te dejaste el reloj en la mesilla, te lo guardo, os llamaré pronto)

  
   Hoy cumplo años, cuarenta, estoy a punto de madurar, habéis leído bien madurar, aunque siempre pensé que eso era cosa de frutas.  Estoy contenta, no es para menos, hoy va a ser un día de esos que todo sale bien estoy convencida y no es por casualidad, veréis he decidido hacerme un buen regalo por aquello de que si no te quieres tú..., hace días que lo planeo y lo tengo todo bien atado.
  ¡¡ ME VOY DE PUTOS!! seeeeeeeeeeeee.
  Bueno mejor dicho los putos vienen a mi.  He contratado tres horas con tres esculturales varones, no una hora con cada uno sino tres horas con los tres, pensarlo y me mojo las bragas, ha sido un agradable descubrimiento gigolós a domicilio, me haré clienta vip como si lo viera, comerse un exquisito manjar sirviéndotelo en la cama en bandeja, me parece casi increíble, es una web que he encontrado por la red, me han dado a escoger entre un colección de hombres impresionantes, sus torsos parecen esculpidos a cincel, los he escogido por sus caras de traviesos más que por sus cuerpos, la verdad es que ninguno tiene desperdicio, podías marcar tus preferencias dentro de otra amplísima carta y he escogido sexo tántrico, que nunca he probado y con seis manos dispuestas a complacerme puede ser la ostia...
  Por último he marcado la casilla sumisa, también había la opción de ama y versátil, pero hoy y sólo por hoy dejaré que ellos lleven la batuta, hay que probar cosas nuevas.
  Faltan cuatro horas para la cita, tengo el estómago en un puño desde que me he levantado, incluso he tenido un poco de descomposición de los mismos nervios.
  Ahora voy a prepararme, tengo que ducharme y depilarme enterita.  Os cuento luego...


  Suena el timbre de la puerta, he puesto música instrumental suave y una velas, ahora mismo me muero de vergüenza, llevo un liguero negro y un tanga tipo hilo dental que en mi culo es lo mismo que no llevar nada, me aseguro de haberme colocado la lencería en el orden correcto, primero medias y liguero y después el tanga si lo haces al revés al bajar el tanga queda atrapado en las ligas y los amantes pasan apuros soltando los ligueros de las medias, hay que ponerlo fácil, lo que hace la experiencia...
  Para abrir la puerta me pongo una bata fina, con clase, es plateada y la llevo abierta, debajo solo la ropa interior negra y unos zapatos también negros con tacones de vértigo que nunca me pondría para salir de casa pues llegaría ya cojeando al ascensor.
   Que nervios.
  Les abro y les invito a entrar.
 —Adelante pasad al salón y allí nos presentamos que esto es muy estrecho les digo. Un desfile de pectorales de Adonis, de culitos pequeños y prietos en tejanos pasa ante mis ojos, el último lleva una saca gigante, cabría yo dentro y me asusto.
  —¿Que llevas ahí?—le digo al que carga el macuto.
  —Es el atrezzo.—me contesta con acento del este y una sonrisa muy natural.
  Atrezzo y todo, hoy he triunfado.
  Ya en el salón nos presentamos, Vladimir, Iván, y Oscar.
  Yo Alicia les digo, y nos damos unos besos de saludo, que bien huelen ummmm.
  —¿Qué queréis tomar? les pregunto, ante todo cortesía.
  Hemos traído un té de tila y otras hierbas, has escogido sexo tántrico y vas a vivir una experiencia sensorial inolvidable. —me dice Iván atravesándome con sus ojos.
  —¿Tienes una cama grande? Me pregunta Oscar
  —Metro cincuenta. —le digo.
  —Servirá, ¿nos la enseñas?. 
  El cabecero de mi cama no es más que una barra de cortina con pinzas a la que voy cambiado la tela que hay detrás según mi estado de ánimo, hoy he colgado una manta con pelo que imita la piel de tigre que con las sábanas negras de seda, (las únicas de seda que tengo) ha quedado espectacular.  La habitación es amplia y de decoración muy sencilla.
   Me han seguido los tres, Vladimir se arrodilla en el suelo ante el macuto, lo abre y saca un termo con el té, me piden vasos y voy a buscarlos con ruidosos taconeos, bamboleando mi culo, mi coquetería es insaciable, aunque la verdad es que estoy deseando quitarme ya los zapatos.
  Vladimir sigue preparando y ahora instala un reproductor de sonido para iPhone, coloca su móvil, lo prueba selecciona un tema y lo deja en pause, enciende unas velas que han traído con una especie de candeleros de porcelana negra llenos de agujeros por los que se ve titilar la llama.
  —Son velas aromáticas, una flor para una flor, te voy a poner jazmín. —me dice Vladimir con su acento extranjero.
  A continuación baja la persiana casi del todo y corre las cortinas de vaporoso algodón blanco.  Por último extrae una botella transparente de cristal, está por la mitad, parece aceite y la deja en la mesilla, la saca aún está abultada, pero Vladimir por el momento ha terminado.
  Cada uno tiene su rol, ahora es Iván quien me habla parece que es el que dirige la orquesta.  Vladimir es el obrero y ya está sirviendo el té. Y a Oscar aún no le he calado.
  —Quítate la bata y siéntate en la cama, en el centro, como más cómoda estés y respira hondo y despacio.  Vladimir me acerca el vaso y doy un sorbito al líquido casi hirviendo que me cae estupendamente, ahora ya estoy caliente por dentro y por fuera, es tila si, con algo más que no reconozco.  Me siento sobre mis piernas dobladas con los talones tocando mi culo y Oscar apoya su mano en mi muslo mientras me habla, ese primer contacto me excita y no le escucho, hasta que oigo la palabra pañuelo ¡Quieren vendarme los ojos.!
   Les digo que no, que quiero deleitarme con sus cuerpos que la visión de sus caras, de sus sonrisas de sus miradas despiertan en mi el deseo.
  —Has escogido sumisa, harás lo que te digamos dice Iván. Así que con un pañuelo de seda color cereza que Vladimir le pasa me quedo a oscuras.

  Empieza la música...
   —Estás muy buena dice Iván, va a ser un placer complacerte, esas palabras son importantes para mi, si hay algo que me excita sobre todas las cosas es sentirme deseada.    Respira hondo, me dicen, y estamos un buen rato en silencio, yo además a oscuras intentando aprender a respirar como me indican, empiezo a notar en mi cuerpo caricias muy suaves, deduzco que me están acariciando con plumas, entre los pechos, por la cara, por la espalda, la piel se me eriza, cada poro, me preguntan si prefiero tumbarme y si lo prefiero y me tumbo y expongo mi cuerpo ligeramente retorcido en una postura sensual, y estiro los brazos hacia atrás y me abandono, quiero entrar en la cuarta dimensión de los sentidos, respira hondo, relájate me dicen.  Y poco a poco las caricias se intensifican y siento las primeras manos, han cogido mis pies y me están masajeando entre los deditos, noto otras manos en mi vientre, y otras dos justo por encima de mis pechos que recorren mis brazos y en cada caricia deseo que esas manos vayan más allá, que recorran unos centímetros más, que unos dedos se deslicen dentro del sujetador, pero no lo hacen, masajean rotando cualquier zona menos mis pechos y mi sexo, me estoy derritiendo, diluyéndome, alguna pluma pasa a veces entre mis piernas, las plumas sedosas si llegan a tocar el tanga, y levanto el trasero persiguiéndola, pues no quiero que deje de acariciarme, a veces las manos de los pies suben masajeando por la entrepierna y un dedo me roza un poco y luego desaparece, cada vez que hacen eso noto que se humedece toda mi entrada.  Estiro mis manos para tocarles, solo encuentro un cuerpo, acaricio su pecho impresionante, pincha un poco lo lleva rasurado creo que es Oscar, le atraigo hacia mi, hacia mi boca, me excitan tanto los besos....
    Nuestras lenguas se enredan en una batalla campal, como culebras dándose un asfixiante abrazo de muerte, todo es humedad y saliva, sus labios son gruesos y viscosos, estoy que no puedo, quiero pasar a la siguiente fase, quiero destaparme los ojos y ver sus pollas tiesas y llevármelas a la boca.
  Ellos no tienen ninguna prisa, así que esto es sexo tántrico, el deseo se multiplica con la espera, ya me he dado cuenta, se recrean en el desear que es mucho mejor que el tener, cuando deseas y te dan esa ansia se desvanece, cuando al fin unos dedos separan el tanga y abren mis pliegues genitales y una lengua me lame de sur a norte el placer es indescriptible por anhelado, son perversos me han dado una sóla pasada y mi clítoris luce erecto y nervioso, lo han dejado plantado y desea más, desea las tres lenguas sobre él mimándolo, pero eso no ocurre.
  Oscar me incorpora para desabrocharme el sujetador, me lo quita pero no acaricia mis pechos, mis pezones están erectos pues hace rato que estoy cachondísima  y que mi cabeza no para de imaginarse unas manos sobándolos, así que yo misma los acaricio, los cojo sopesándolos y unas manos me apartan en seguida de ellos.  Oscar se ha sentado detrás de mi con las piernas abiertas, noto su bulto en mi trasero, noto el calor de su cuerpo, su sudor, su aliento en mi cuello....
  Estoy acariciando esa polla de mi culo, es gigante, así que esto escondía Óscar, tiene tres piernas, ya me imagino esa polla reventándome y sonrió, sé que me lo voy a pasar genial esta tarde.
  Unas manos suaves, muy suaves, gelatinosas, resbalan por mi vientre, huele bien, es el aceite y las velas, y la música relajante que lo colma todo, que importante es el atrezzo...
  Al fin las enormes manos cogen mis pechos, como lo tengo situado detrás noto sus pectorales contra mi espalda, su abrazo envolvente, la dureza de su rabo contra mi culo y como no veo todo son sensaciones y acaricia mis tetas en círculos, sus manos se deslizan tan suavemente uff, noto mis genitales inundarse, cuando digan de tocarme abajo tendrán que acercarse en barca.
  Todo va muy despacio, ahora seis manos grasosas embadurnan mi piel de aceite, yo creo que en mi vida he ardido tanto, ya he notado un par de veces un orgasmo brotar de mis entrañas y cuando estoy a punto de estallar dejan de tocarme de golpe.
  —Estamos sólo empezando, calentando.—dice Oscar.
  —Pues yo estoy incendiada les digo, parece que el mismo infierno se ha apoderado de mi.
  —Dinos que deseas...dice Iván reconozco su voz.—Y ya veremos si te lo concedemos.
  Quiero una lengua en mi clítoris, ya por favor, les digo, y que un dedo me penetre, sigo mojándome por pensarlo y esta vez si me lo dan, me dan mucho más, una boca se acopla a mi boca, ni idea de quien es, otra en mi clítoris mientras unos dedos hábiles me penetran, Oscar desde atrás que masajea cada rincón de mi piel, y encima masturbo una polla con mi mano, que es de quien me besa porque cuando agilizo la masturbación se acelera también su lengua, nada ni cinco segundos y empiezo a correrme, el orgasmo estaba ahí agazapado, esperando una oportunidad, temblores, sacudidas, calambres, ola tras ola que invaden todo mi ser como las olas de un tsunami, cada oleada solapando a la anterior para coger impulso y llegar un poco mas lejos en este delirio.
  Ha sido un orgasmo larguísimo, lo normal en mí es un clímax de ocho o nueve segundos, este ha durado por lo menos quince, os imagináis un orgasmo de media hora, mejor os imagináis vivir siempre en esa cresta alelados, cayéndose las babas de placer.
  Supongo que no querían que me corriera aún, me dan un poco más de té y me permiten quitarme la venda, por fin veo sus cuerpos esbeltos, están los tres desnudos y empalmados, soy bastante visual así que esa imagen me pone tonta otra vez.
  Ha sido una tarde fantástica, al final he perdido la cuenta de los orgasmos, el segundo me llegó cuando hacía una doble penetración con Iván y Vladimir mientras Oscar me llenaba la boca con su hercúlea polla, aunque para llegar a ese punto habíamos empezado igual con la respiración y las caricias suaves, tengo unas agujetas brutales me han embestido todo lo que han querido y yo me he dejado, recuerdo también el orgasmo en los labios de Iván es un maestro del cunnilingus.  
  Cuando he visto que quedaba poco tiempo, y aunque ellos se han corrido varias veces en sus condones, les pido que se masturben para mí y me rocíen con su leche, así que se han puesto de pié en la cama, y yo arrodillada en medio de los tres falos, Vladimir tiene una polla larga como una vara, aunque delgada, pero muy apetecible, Iván es el menos agraciado, claro que eso es comparándolo con las otras dos, se masturban encima de mi, y yo voy cambiando de una polla a otra chupándolas, lamiéndolas, comiéndome sus huevos, los tres van rasurados, me meto los huevos de Vladimir completamente en la boca, le miro y está mirándome y gimiendo, estoy disfrutando como un marrano en un charco, al final eyaculan casi a la vez, los tres glandes rozándose, mi lengua empapada debajo lamiendo y entonces explotan inundando mi boca, mi lengua, mis pechos, el pelo, las sábanas negras, me ha salpicado un poco dentro del ojo y escuece, aún así me aguanto, pues sigo relamiendo las tres pollas con mi lengua, hasta que las dejo limpias como la patena.
  Guaaaauuuu, que bien me lo he pasado, se visten, me besan y me piden que les llame pronto, la sesión está pagada de antemano con tarjeta, mejor, ponerse ahora con trapicheos de dinero restaría encanto a la despedida. Les digo que si que no tardaré en repetir y que lo comentaré con una amiga que posiblemente también probará. 
  Cuando se van me masturbo con mi polla de látex, pienso en cada momento de la tarde, empiezo y no paro ni una vez hasta correrme, el sexo tántrico me ha gustado pero también me gusta así, pim pam y a dormir, ays.... es que me gusta de todas las formas posibles.

8 comentarios:

  1. La verdad es que no estoy familiarizado con este género, suelo leer ensayo, ya que estudio historia y esto es otra movida. Está bien escrito, pero lo más importante es sin estar ahora mismo en el sitio idóneo para leer este tipo de relato, me ha provocado una reacción, un compañero de trabajo me acaba de preguntar por qué tengo esa sonrisa en la cara.
    Me ha dejado con ganas de seguir leyendo, muy bueno.

    ResponderEliminar
  2. Las imágenes me asaltan, los olores me inundan y mis labios sueñan encontrarse con losvtuyos.... la imaginación se despertó en mi por tu lectura... gracias

    ResponderEliminar
  3. Gracias Alexis, vuestros comentarios me motivan mucho, me encanta haber despertado una sonrisa en tu cara, y espero que algo más, pasa y ponte cómodo

    ResponderEliminar
  4. Gracias calasdr por leerme y por comentar, pasa y ponte cómodo habrá más.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta esta historia, ganas me dan de protagonizarla, es muy sensual, esa mezcla de deseo y de goce, cada historia que escribes es mejor que la anterior. Animo y continua con este maravilloso blog, me haces disfrutar mucho.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por leerme y por comentar, estas historias están en las cabezas de todos nosotros, lo único que hago es convertir esas fantasías a texto. Pasa y ponte cómodo

    ResponderEliminar
  7. hola Diceembre Tus relatos hacen que te sientas en una constante ola de placer de la que no quieres salir. haces que la imaginación y los deseos se libren de todos los prejuicios marcados para desear todo lo que escribes

    ResponderEliminar

Gracias por leerme, si te ha gustado déjame una caricia, o dos, o tres.