"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

domingo, 1 de junio de 2014

Me encanta así



Me encanta así...
Despacio, cuando tú ya te has corrido
al menos una vez...
Gozándote, sintiendo cada empujón,
disfruto de tu cuerpo, de tu sexo
mojado y caliente...
Es delirante...

martes, 13 de mayo de 2014

Que se mueran de celos



Y si hoy te da una pájara, mientras vas a rueda con el grupo, piensa que ellos quizá tengan más fondo, pero tú vas más sobrado de amor...
Dilo y que se mueran de envidia.
Diles que conmigo no necesitas relevos, que te reservas en las etapas llanas y que eres especialista en el sprint final...
Diles que conmigo haces cuatro puertos en cada jornada y que para ti es un paseo por una alfombra,,,
Diles que conmigo quemas más calorías y que no necesitas ni avituallamiento, ni gel, ni vitaminas...


Diles como me haces el bailón, como me metes la biela, como ruedas encima de mí sin cadena...
Cuéntales y que se les coman los celos...
Diles que por el día hacemos el Tour, por las noches El Giro y de madrugada La Vuelta...
Diles como me tocas el buje hasta que me saltan los piñones y las zapatas de felicidad...
Diles a tus amigos cazaetapas,
que ayer te acostaste un poco tarde porque hicimos
una contrareloj.

Mañana vamos a arder



Mañana vamos a arder
En el fuego de la pasión encendida
Mañana nos quemará la piel
Ahí donde nacen los deseos
Con toda la ropa desprendida
Mañana quiero que me poseas
Como lo haría un hambriento ante comida
Como si te fuera la vida
Mañana quiero que me destroces
Que me partas
Quiero oirte gruñir de placer
Que me provoques
Con la intención perversa de complacerme
Que me ames
Como sólo tú sabes
Y así en un par de horas
De viaje por los cielos
En la fuente de todos los anhelos
Apagaremos la llama
Amándonos a media tarde
Con el sol entrando por la ventana.

lunes, 17 de febrero de 2014

No se que me das amor



  No se que me das amor,
  Que provocas en mí un estallido de palabras. eres el que impulsa mi pluma,
mi musa, mi numen, mi aliento...
  Contigo dejo de ser jornalera de vocablos para convertirme en alquimista
de versos, en artesana de las letras.
  Contigo quiero ser orfebre de las palabras y describirte a que huele la música
de las flores, mostrarte a que sabe el canto de los pájaros y explicarte que las
emociones pueden ser de colores.
  Contigo no me rindo ante la hoja en blanco...

  Te pienso...

  Y brota entonces mi verbo, como un manantial, cientos de términos eruditos
con los que quisiera expresar un sentimiento, el mismo que todos alguna vez hemos sentido, pero con palabras que nunca nadie ha dicho.
  Como una explosión en cadena, exprimiendo el idioma, va saliendo el poema...
Y quisiera inventar frases para que las leyeras y con ellas volases, escribirte en dialecto en clave, o en mi propio argot.
  Porque yo sé que me entiendes cuando te hablo de hilos rojos, de subir a las nubes o de los viajes siderales.
  Y en mitad de toda esta verborrea brillante me despierto y veo que no estoy en el Nirvana, ni en tus brazos y que tu lado de la cama está desierto.
 
Y vuelvo a ser proletaria de emociones escritas, obrera de notas sin valor, una mera
archivera de memorias, pretendiendo emular a un maestro escritor.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Me haces volar








   T
ras un beso fogoso me pides un deseo y yo atenta te escucho.


   —Dedícame un relato —me dices. No el mejor que hayas escrito, uno que sea nuestro.

   Te respondo que de acuerdo.

   Y éste es el relato, o más bien una historia verdadera que vivo con mucha pasión.

   Lucas es muy guapo, hace deporte, se cuida y está muy muy duro, le conocí primero a través de una foto y aunque me pareció atractivo, pensé que era un hombre muy serio. Pero eso sólo pasa en las fotos, en directo Lucas es encantador.

   En nuestro primer café ya sabíamos que nos acostaríamos, yo al menos lo sabía, pienso que una mujer siempre lo sabe. Yo deseé hacerlo nada más conocerle en esos primeros 15 segundos en que las mujeres tomamos la decisión y encima descubrí que con él... lo podía decir, él piensa como yo, que una mujer puede desear sin ser una puta, que una mujer también puede gozar de su cuerpo libremente.


   Nuestra primera vez transcurre con muchos nervios, tenemos esa edad en la que hemos desterrado la vergüenza, pero a Lucas le tiemblan las manos mientras me desnuda.


   Y yo no quiero que esté nervioso...


   Quiero que se sienta bien...


   Pongo un poco de música...


   Quiero que se relaje...


   Que se abandone a mis caricias, esa es mi pócima secreta si es que tengo una, intentar que la persona con la que estoy se sienta bien conmigo y disfrute ese momento igual que hago yo.


   Nos hemos quitado la ropa el uno al otro pero con un poco de prisa, los dos anhelamos juntar nuestra cuerpos.


   Nos abrazamos y nos besamos con pasión desenfrenada, deseos amontonados que ahora se hacen realidad. Nuestros cuerpos rozándose, cada vez más calientes, sus manos, grandes, fuertes, recorriendo cada centímetro de mi piel, que reacciona, cada poro se yergue al paso de sus caricias, estremeciendo todo mi ser.


   —Te deseaba— me dices al oído.


   Lucas acaricia con pasión, acaricia con las manos, a besos, con la lengua, te envuelve con todo su cuerpo.


   Me gusta cuando estamos de pie y me agarra por la cintura y me atrae con firmeza hacia él como en un paso de tango. O cuando en la cama me da una vuelta de 180 grados con una sola mano con una facilidad pasmosa, en esos momentos me entra la risa, no lo puedo evitar, desde luego no opongo resistencia y me dejo voltear a la postura que él quiera, si se lo propone puede arrancarme un orgasmo desde cualquiera de ellas.


   Ha descubierto muy deprisa como complacerme, ya se sabe todos los rincones de mi cuerpo y disfruta haciéndome gozar.


   Le encanta hacerme llegar a las puertas del cielo muy despacio, siente como me acerco, como un tren de mercancías descarrilando en una curva, la fuerza centrífuga me hace pegarme a él, mi aliento en su cuello, el suyo en el mío, mis jadeos, sus jadeos.


   —Venga suéltalo —me dice. Lo tienes ahí. Dámelo.


   Y jadea conmigo...


   Y me pego a él con todo el cuerpo, quisiera meterme dentro, mis manos le buscan, una en su culo, la otra en su espalda, para apretarme más contra él, y empieza la danza de fuego y estoy ya que no puedo...


   Y entonces nos buscamos la boca, mi lengua acelerada le excita y su miembro se pone más duro dentro de mí.


   Y entonces me abandono, me entrego al placer, y me dejo caer desde fuera de la galaxia donde me ha llevado, durante el vuelo me abraza, me acaricia la espalda y los brazos intentando en vano calmar mi vello erizado que se me va a salir de la piel.


   Tremendo...



   Pero si hay una postura que le pone especialmente cachondo es el coito a tergo, o vulgarmente conocida como la postura del perrito, yo a cuatro patas y el de rodillas detrás, Lucas es muy visual, le encanta mirar el lugar donde se unen nuestros cuerpos, le gusta ver bailar las dos mitades de mi culo, le pierde la curvatura de mi espalda y los dos hoyuelos que tengo encima del trasero, a él le excita que yo me toque mientras me está penetrando y a mi lo que me encanta es llevarle hasta el final con mi boca, despacio y deprisa, empapando, apretando, llegar al borde del precipicio y parar y acariciarle el culito, sus ingles, sus tetillas apenas dos puntitos en su extenso pecho, un beso ardiente y desde el principio volver a empezar y así me pasaría horas, mejor, toda la eternidad.


   Dice Lucas que otras mujeres con las que había estado eran como palos que no se movían en todo el rato y yo la verdad es que esas cosas no las entiendo.


   ¿Si no vas predispuesto a disfrutar para que te pones?


   Yo no es que colabore, es que disfruto como con nada, lamo, chupo, beso, acaricio, incluso doy azotes en el culo.


   Me masturbo, me retuerzo, me fundo, me entrego en complacer y puedo decir que siempre he tenido una vida sexual estupenda y que desde que conocí a Lucas es lo más.


   Gracias por todas las veces que me has hecho volar....


   Y las que nos quedan.


sábado, 1 de febrero de 2014

Tú lo haces tan facil amarte



   Tú lo haces tan fácil amarte...
   No soy yo, son tus manos que me envuelven como una niebla baja que desdibuja el camino.
   Pero tú ese camino te lo sabes de memoria, sabes dónde y cómo tocarme, como el que enciende un interruptor me conectas y saltan chispas y fuegos artificiales hasta que se me incendia la piel.
   Hoy cuando me deslizaba sobre tu lengua, estaba allí arriba, más arriba del cielo, parecía que sólo un segundo me faltaba, pero mi cerebro que es muy perverso deseaba tu miembro, jadear con esa porción de ti en mi boca y ahí quisiera detener el tiempo en ese momento, en posición numérica y los dos a punto de picar a las puertas del cielo...
   Y el sol de media tarde que entra por la ventana, tus ojos guiñados, la pose de tus labios que parecen hablarme y me dicen que estás llegando y la siento en mi mano, dura como una piedra, como un palo y me miras a los ojos mientras me explota en la boca la miel que me das.
   Has dejado atrás el cielo y el sistema solar, y desde fuera de la galaxia me miras...
   Oye, pero no te quedes allí, vuelve al calor de mis brazos, un beso con sabor a sexo, mi mejilla en tu pecho...
   En ese instante me pellizco el cuerpo, sí, todo está bien, no lo he soñado, es cierto.