"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

martes, 17 de julio de 2012

Necesito una dosis



  A veces, una mañana cualquiera la lujuria se instala en nuestras cabezas y es que hay pasiones que el deseo enciende y que no existirían sin el riesgo que provocan, eso es lo que me atrae deseo y riesgo, todo en uno, una bomba de relojería, pensarlo y noto la adrenalina inundando mis venas.
  Tú eres mi isla secreta y prohibida, a ella acudo a buscar fragmentos de ti, son partes de nuestras vidas que no podemos compartir, esos momentos son sólo nuestros.
  La visito cuando quiero sumergirme en tus besos, nos besamos como dos niños pequeños en una travesura, escapando al mundo olvidándonos de todo....
  Y me acerco a esa isla en un mar de saliva y me ahogaría en el océano de tu boca sino fuera porque espero más.
  Hemos quedado a las 3, solo tenemos veinte minutos y ningún sitio adonde ir, no importa juntamos nuestras bocas en el coche y empiezo volar...
  Me gustaría charlar un rato contigo pero con tan poco tiempo no voy a perderlo, así que buceo hasta tu bragueta sin pensármelo y la saco de su escondite, se balancea en mi mano como un flan, con la punta de tu glande doblándose sobre si mismo, claro que no me extraña pues la he cogido en el nacimiento y tres cuartas partes de tu falo sobresalen por encima, es enorme.
  No dejas de mirarme los pechos.
  _¿Así vas a trabajar?. Me preguntas dirigiendo tus ojos a mi escote.
  _Claro, te respondo, y hoy voy recatada que llevo pantalones.
  Y metes tus manos entre mi ropa, acariciándome los pechos, rodeándolos, amasándolos y noto un líquido viscoso emanando de mi vulva y eso que aún no la has tocado, no es tu manera de acariciarme es la respuesta de cada uno de los poros de mi piel a tus roces lo que me tiene desconcertada y ahora te diriges a mi entrepierna y maldigo el momento en que me he decidido por unos pantalones de pitillo esta mañana, pues tu mano entra con dificultad dentro de mi tanga.
  Faldita, siempre hay que ponerse faldita pues nunca sabes en que momento necesitarás una dosis....los encuentros furtivos no se pueden planear, así que hay que estar preparada siempre para el viaje a la isla.
  Un viaje eso es lo que quiero que me des...como me pones sólo con verte.
  Hemos movido el coche hasta una calle sin apenas tráfico, muy cerca de la gasolinera donde hemos quedado otras veces, estamos a plena luz del día y de vez en cuando algún coche pasa por la calzada.
  Me miro tu polla con avidez, me da igual que puedan verme, mi prioridad es tenerla en mi boca, así que me amorro a tu miembro mientras lo aprieto fuerte con mi mano, como a ti te gusta...y la noto crecer y endurecerse en mis labios, la postura es incómoda, me estoy clavando la palanca del cambio y el freno de mano en las costillas, estoy indecisa entre una posición de más confort pero en la que te doy la espalda y la que al final elijo que es clavarme lo que sea pero mirarte a los ojos mientras saboreo tu polla.
  Y con ella ya muy dura doy unos golpecitos en mi boca con tu glande y me la robas de las manos para moverla en círculos por mi lengua que anhela y espera fuera para empaparla, para envolverla para vaciarla y un hilillo de saliva la deja unida a mi lengua, como una goma elástica que se estira sin llegar a romperse y de vez en cuando levantas tu culo del asiento para empujar y meterla hasta mi garganta, y entonces sé que quieres que te la ponga a tope otra vez, y la chupo rítmicamente mirándote a los ojos, mientras tu mano sigue peleándose con mi estrecho pantalón.
  Miro el reloj del coche de reojo, tengo que irme...me gustaría llevarme tu leche en mi boca, así que me aplico a lamerte apretándote más la polla con mi mano y sin parar de sorberla y succionarla, y en seguida tu miembro empieza a bombear y noto el primer chorro en mi garganta, toda mi boca inundada del neutro fluido, mis labios, mis dientes, mi lengua, que delicia.
  Me coloco bien en el asiento, tengo los ojos cerrados, disfrutando la miel de mis labios, me hablas pero no se que dices, estoy en mi mundo interior, en mis laberintos de palabras, seguramente ya esbozando este relato y relamiéndome. 
  Te devuelvo a la puerta de tu trabajo y voy corriendo al mío, me paso el resto de la tarde con esa sonrisa tonta en mi cara y chupándome los labios, y enjuagando mi boca con mi propia saliva, buscando restos de tu esencia entre mis dientes.
  Y pensando en volver a la isla....
  Pronto muy pronto.....

3 comentarios:

  1. Pedazo de encuentro morboso en un coche, me deja con ganas de una dosis, tal como indica el título,te superas día a día. Sigue así.

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  2. Gracias por leerme y por comentar, me encanta que comentéis, en vez de déjame un caricia tendré que cambiarlo por provócame un orgasmo

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  3. que hubiera pasado si no hubieras llevado pantalones????????

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Gracias por leerme, si te ha gustado déjame una caricia, o dos, o tres.